[RESEÑA] Merrick — Anne Rice

¡Nueva reseña! Esta vez hablamos de una saga mítica que es Crónicas vampíricas de Anne Rice y concretamente del séptimo libro de esta saga: Merrick. Es una lectura más adulta que juvenil. Además queremos advertiros de una cosa: ¡Esta reseña puede contener spoilers! Así que si no quieres salir de ella con arañazos y mordisquitos te recomiendo que leas con cautela, ratoncito.


Merrick es el séptimo tomo de una saga titulada “Crónicas vampíricas”. Existe una historia general que se va desarrollando a lo largo de los diez libros de los que consta, y sufre una evolución desde el primero hasta el último, pero también es posible tomar cualquiera de forma independiente y no perderte en la lectura, pues así mismo poseen una historia individual que comienza y termina en el propio libro. Ambas se encuentran perfectamente hiladas, de tal manera que si las llevas a la par se enriquecen la una a la otra, dando mayor sentido a los detalles y concretando aspecto que antes se habían tratado simplemente de forma algo más global. Te permite bucear en el desarrollo de los personajes, conocer lo que han vivido hasta llegar al punto actual, y poco a poco te va descubriendo qué va siendo su vida enfocada en el presente y avanzando hacia un futuro que ellos mismos labran en base a sus propias acciones.

En este tomo encontramos a David Talbot, por cuya boca se nos va a narrar el relato. David -que en su existencia mortal era el director general de la orden de la Talamasca- fue convertido en vampiro después de que, tras haber sido expulsado de su cuerpo original -que rondaba los setenta años de edad-, quedó atrapado en el de un veinteañero de lozano aspecto [esto se cuenta en el tomo IV, El ladrón de cuerpos]. La sangre y la edad es lo que determina la fuerza de estos de seres, y a pesar de no haber cumplido aún la década en su existencia vampírica, podría afirmarse con total seguridad que es uno de los vampiros más fuertes que existen a la fecha. La culpa la tiene Lestat, su creador, que durante uno de sus múltiples periplos bebió la sangre del primer vampiro que existió en el mundo, recibiendo así unos poderes incomparables a los de cualquier otro ser [esto se cuenta en el tomo III, La Reina de los Condenados].

Como dice en la sinopsis, David ha tenido tres grandes amores: uno fue precisamente Lestat de Lincourt, otro Aaron Lightner, y el otro Merrick Mayfair, entorno a quien gira este libro.

La historia comienza cuando David va, por pedido de Louis, a ver a Merrick para pedirle algo muy particular. Merrick es una poderosa bruja cuyos poderes han quedado de sobra demostrados, y lo que Louis quiere es que esta mujer los ponga a su servicio para invocar el espíritu de Claudia, una niña vampiro que fue asesinada hace años por el aquelarre que existía por ese entonces en París [esto se cuenta en el tomo I, Entrevista con el vampiro] Tras la conversación que ambos mantienen, David decide reencontrarse con Louis para darle la respuesta afirmativa de la bruja, pero antes de que el aludido tome la decisión definitiva, David le cuenta con todo lujo de detalles lo que fue la vida de Merrick desde que él la conoció con apenas siete años, hasta que la vio por última vez antes de convertirse en vampiro. A la conclusión del relato Louis sigue en firme con su decisión, y finalmente conciertan la cita con Merrick para llevar a cabo el propósito.

Pero no todo sale siempre como uno desea o espera...

No es difícil deducir cómo conocí este libro en concreto si tenemos en cuenta que es el séptimo de una saga. De hecho, podría contar cómo fui hasta la librería, miré estantería por estantería hasta dar con él, y con la mayor ilusión del mundo y el libro en el bolso volví a casa; pero entre nosotros, sería demasiado absurdo dar rienda suelta a una larga historia al respecto cuando en realidad bastaría una frase de cuatro simples palabras para referirlo en su totalidad: me leí los anteriores.

Así que lo que voy a hacer en este espacio es desvelar la forma en la que conocí el tomo I, Entrevista con el vampiro. Tal vez el título le suene a más de uno aunque ni siquiera haya escuchado hablar de esta saga, y es porque existe una película — basada precisamente en este primer libro —, rodada en 1994 y protagonizada por Tom Cruise y Brad Pitt — al cargo de los papeles de Lestat y Louis respectivamente — . Yo por aquel entonces estudiaba primero de carrera, y tenía una amiga [que se llama Diana, y a la que le agradezco de todo corazón haberme descubierto este mundo] a la que le encantaba esta película, y, como sabe que yo soy amante de lo sobrenatural y en especial de los vampiros, un día me la dejó para que le echara un vistazo. Tras verla quedé de igual modo encandilada con la historia, con los personajes, con todo el universo que recrea. Me puse a investigar a ver si existían más partes que continuaran con lo que en la primera película había quedado a medias, y fue entonces cuando descubrí la existencia del libro, y junto a él nueve más que completaban la saga. Así que sin pensármelo dos veces me acerque a una librería y me lo compré, y desde entonces soy fan incondicional y seguidora acérrima de Anne Rice y, en especial, Crónicas Vampíricas.

Como un paréntesis y para terminar ya, diré que existe una segunda película llamada La Reina de los condenados, que intenta recoger el contenido del segundo y tercer libro. Pero si bien sí recomiendo la película de Entrevista con el Vampiro, pues, a pesar de que siempre me seguirá gustando mil veces más el libro, me parece una buena adaptación al cine, para nada siento lo mismo hacia la segunda, me parece que desvirtúa bastante el contenido tanto a nivel de la historia como a nivel de los personajes.

David Talbot en su vida mortal era el director general de la orden de la Talamasca. Pero tras verse expulsado de su cuerpo y quedar encerrado en el de un veinteañero es convertido en vampiro, y decide fingir su propia muerte para evitar los problemas que se derivarían de dar las explicaciones pertinentes. Como mortal ha vivido entorno a setenta años, y esta experiencia es algo es algo que determina de forma notable su carácter. Es inteligente, sensato, maduro y sabio, pero ello no le ha impedido conservar el carácter aventurero y pasional que ya definiera en su juventud. Es en la actualidad el vampiro que más años ha pasado como ser humano. Aprecia la vida, pero no le teme a la muerte más de lo que podría temerse lo desconocido, y aunque le asusta en cierta manera el saberse inmortal, no baraja de momento la posibilidad de dar fin a su existencia antes de tiempo.


Louis De Point Du Lac es un vampiro que ha decidido deliberadamente conservarse lo más cerca a un humano que un vampiro puede ser. Es un ser débil, tanto física como mentalmente, al que le ronda constantemente la idea de terminar con su existencia, pero siempre le ha faltado el valor para llevarlo a cabo. Daría lo que fuera por volver a ser humano y terminar su vida como tal, pero el proceso que te convierte en vampiro es algo que no se puede revertir. En uno de esos momentos de debilidad convirtió en vampiro a una niña llamada Claudia, cuya edad no pasaría de los seis-siete años, y cuyo trágico final fue el de morir asesinada por el terrible crimen que cometió durante su vida vampírica. Debido a ello su conciencia lo atormenta día tras día, al punto que decide pedirle a David que vaya a ver a Merrick para, así mismo, pedirle que invoque el fantasma de esta niña, con intención de saber si ha encontrado el camino hacia la luz, y si quiere que se reúna con ella entregándose a los rayos del sol.


Merrick Mayfair es una poderosa bruja, hija de Sandra la Fría y hermana de Honey Rayo de Sol. Su madrina, Gran Nannane, era otra bruja que le enseñó parte de lo que sabe para, unido a sus dotes naturales y a lo que leyó por su cuenta, constituir lo que es ahora. Pero desgraciadamente Gran Nannane murió cuando Merrick era apenas una niña de siete años, y aunque uno de sus mayores deseos es invocar su espíritu para volver a verla, sabe a ciencia cierta que es tarea imposible, pues ya ha cruzado la luz. Es una mujer independiente y hermosa, provocativa y deseable para cualquier hombre que pose en ella los ojos. Tiene una increíble fuerza interior y una decisión envidiable, cuando quiere algo y sabe que está a su alcance, no va a parar hasta conseguirlo, aunque tenga que hacerlo todo por sí misma. Su tío Vervain, muerto ya desde hace años, se le aparece reiteradamente en sueños porque quiere que vaya hasta una cueva perdida en las selvas de un pequeño pueblo situado en Colombia -en la que ya estuvo de pequeña-, con motivo de conseguir un objeto escondido allí, que luego será imprescindible en la invocación de Claudia. Cada paso que da o provoca que otros den está perfectamente calculado para conseguir su principal propósito, que ella misma nos desvela al final del libro, y que yo dejaré que descubráis a medida que vayáis avanzando en la lectura.


Claudia es una mujer encerrada para toda la eternidad en el cuerpo de una niña. De aspecto parecido al de una muñeca, nunca podrá mirarse al espejo y contemplar reflejadas en él las curvas propias de una mujer adulta, ésas que ella tanto envidia. Este aspecto marca de forma negativa su personalidad, haciendo que se cree en ella un cúmulo de odio hacia sus “padres inmortales”, Lestat y Louis, que no abandonará ni siquiera tras la muerte. Su historia se desarrolla íntegramente el tomo I, Enrevista con el vampiro, pero durante el IV, El ladrón de cuerpos, aparece hablando con Lestat cuando éste, delirando por la fiebre, la ve en sus sueños, y en este libro que nos ocupa, Merrick, es invocado su espíritu para recordarnos lo que ya sabíamos: que es una niña repelente y odiosa.


Lestat de Lincourt es un ser incorregible, ambicioso, sin conciencia alguna del peligro, y con la constante necesidad de hacerse notar, tanto por los de su especie, como entre los mortales. Denomina el mundo como “un jardín salvaje”, y se pasea por él como si le perteneciese. Tiene un carácter rebelde, impulsivo y temerario, lo que lo ha llevado a meterse hasta las cejas en infinidad de problemas que, con tan solo sentarse a pensar las cosas dos veces y tener en cuenta lo que conviene y lo que no, podría haber evitado; pero del mismo modo también lo han llevado a ser, con tan solo unos doscientos años de vida aproximadamente, uno de los vampiros más poderosos que existen. Le gustan los retos, le estimulan, le dan adrenalina, y eso es precisamente lo que lo mantiene vivo. Tiene una filosofía propia, y nadie que lo conoce o ha oído hablar de él es incapaz de permanecer indiferente a su influencia. Es, sin duda, mi personaje favorito. Aunque sentí mucho que se pasa el 95% del libro acostado sobre el suelo de una capilla, sumido en un letargo del que nadie lo puede despertar. Pero el final me deparó una sorpresa que no desvelaré, pero que me hizo chillar de la emoción.
A ver... el 80% del libro se basa en la vida de Merrick, y ella puede ser una mujer genial y todo lo que queráis, pero hacia la cual yo, personalmente, siento un pequeño recelo. Todo el mundo está encandilado con ella, todos la desean, y más que iba avanzando en la lectura no conseguí encontrar cuál era el motivo que provocara semejante sentimiento hacia su persona, al menos en tan gran escala. Al principio la presentan de tal forma que sí te hace verle cierto encanto, encanto que yo poco a poco fui perdiendo, no es un personaje de mi completo agrado, y esto me llevó a aburrirme un poco durante el trascurso de su historia. Quería que terminase, que pasaran a la actualidad y se le diera mayor importancia a otros personajes, que la quitaran del foco de atención, pero nada, ella tenía que acapararla hasta el final. Y ya cuando revela toda la estratagema que ha llevado a cabo para conseguir lo que al final consigue, ya pierde para mí los escasos puntos que aún conservaba.

A pesar de todo, aunque toda esa parte me resultó un pelín pesada, el libro en sí me gustó, no me esperaba para nada el final que tiene, aunque luego, parándome a reflexionar al respecto, hay aspectos que sí eran esperables, pero otros en la vida se me hubiera ocurrido imaginarlos. Y es precisamente esto lo que hace que el libro merezca tanto la pena.

Además Anne Rice vuelve a deleitarnos con ese entresijo de tramas interconectadas para crear una más compleja, con su escritura cuidada, con su increíble capacidad para plasmar en el papel sus ideas, y con el exquisito tratamiento de esta raza que a mí me encanta, como son los vampiros. Sus personajes tienen profundidad y van evolucionando de acuerdo al trascurso de la historia, y hace que los lectores lo vivamos con ellos, que nos contagiemos de sus tristezas, nos emocionemos con sus alegrías, suframos con sus desgracias y gocemos con sus triunfos. Porque al fin y al cabo la lectura se trata de eso, ¿no?

¿Y a vosotros qué os ha parecido la reseña? ¿Habéis leído el libro? ¡Me encantaría saber vuestra opinión, dejadme un comentario aquí abajo!

¡Hasta la próxima ratoncitos!